Por: Carola Pozo Cortez

Coeficiente Intelectual

A. Binet y T. Simon, fueron los psicólogos que dieron origen al concepto de CI (Coeficiente Intelectual), indicando que se trata de la relación que existe entre la edad mental y la edad real multiplicada por 100.

Este término se ha conservado, pero hoy por hoy se refiere al cálculo de Wechsler, que es un método que consiste en atribuir puntos o respuestas de acuerdo con variables establecidas y en transformar luego la nota global asi obtenida en otra variable a la que se le asigna, en cada edad, 100 por la media y 15 por la desviación.

Se sabe, como información, qu el 95% de la población tiene un CI (Coeficiente Intelectual) entre 70 y 130.

Es importante destacar que , junto al saber también se mide el interés por la personalidad , es decir que ya existen cuestionarios que miden "la estabilidad emocional, la Apertura de espíritu, la Extraversión, la Ansiedad ..."

Algunos profesores como Martín Seligman, Universidad de Pennsylvania; Walter Mischel, Universidad de Stanfor y Peter Salovey, Universidad de Yale, admiten que el CI (Coeficiente Intelectual) interviene sólo en un 20 % en los factores que determinan el éxito. El 80 % restante está vinculado a otros factores  que incluyen lo que se puede denominar Inteligencia Emocional.

Coeficiente Emocional

La Inteligencia Emocional (IE) es la capacidad de dominar las propias emociones pero también sobre todo, para comprender las de los demás.

La Inteligencia Emocional se situaría en los lobulos prefrontales del cerebro, el neocórtex y el tálamo, donde está ubicada nuestra vida emocional.

La Inteligencia Emocional abarca la capacidad para:

• Motivarnos a nosotros mismos
• Perseverar en el empeño
• Regular nuestros estados de ánimo
• Librarnos de la angustia, la depresión y la ansiedad
• Acomodarnos a nuestro entorno
• RElacionarnos y comunicarnos socialmente

Rasgos de la Inteligencia Emocional

• Conocimiento de uno mismo ((Reconocer un sentimiento cuando se presenta)
• Gestión del humor (Disminuir los sentimientos de angustia, de depresión, de ansiedad)
• Motivación de uno mismo (Motivación positiva)
• Control del impulso (Demorar una gratificación)
• Apertura a los demás: Empatía (Aptitud para ponerse en el lugar del otro, benevolencia)

La Inteligencia Emocional no es la misma en sociedad que en familia. Cada uno de nosotros debemos observarnos y también a los demás (miradas, gestos, palabras), desarrollar la intuición, el espíritu afectivo; elegir el optimismo: aprender a controlarse, es decir a dejar "vibrar" la gama de las emociones.

Entonces tendremos una idea más clara si  indagamos en nosotros mismos,  cuál es nuestro campo, nuestro lugar de inteligencia emocional, cómo podemos cultivarla, obtener partido de ella sin caer en el exceso contrario, la conformidad, en otras palabras, analicemos qué capacidad tenemos para proyectarnos en situaciones difíciles y para manejar las relaciones humanas.

De acuerdo a nuestros resultados tendremos la convicción de aceptar o reformular dichos parámetros.

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